jueves, 18 de septiembre de 2008

A LA CANCHA

Hijos de Acosvinchos (27 puntos), puntero del Torneo de la Segunda División continúa con sus salidas fuera de casa y este sábado juega en Huancayo (3:30 p.m) ante Sport Aguila que con 26 unidades le pisa los talones al líder.
Aviación también con 26 puntos enfrenta de local a Total Clean de Arequipa (también con 26 puntos) e Inti Gas Deportes (26 unidades) enfrenta a Municipal (24) en el Estadio Picasso Peratta de Ica.
La Peña Sporting vuelve a jugar en Ayacucho con su intención de zafarse de los últimos lugares y choca ante UTC que sigue sumando puntos para salir de la zona de descenso.Finalmente en el único partido del domingo América Cochahuayco choca ante San Marcos en un partido don de los locales jugarán en el Monumental U en busca de la victoria.
PROGRAMACION 17va FECHA DEL TORNEO DE LA SEGUNDA DIVISION NACIONAL
Sábado 20 de setiembre
Estadio Miguel Grau – Callao 11:0 a.m:
Deportivo Aviación - Total Clean
Estadio Picasso Peratta – Ica 1:00 p.m:
Inti Gas Deportes - Deportivo Municipal
Estadio Ciudad de Cumaná – Ayacucho 3:00 p.m:
La Peña Sporting - UTC
Estadio Huancayo – Huancayo 3:30 p.m:
Sport Aguila - Hijos de Acosvinchos
Domingo 21 de setiembre
Estadio Monumental "U"12:00 m:
América Cochahuayco - U. San Marcos

3 comentarios:

  1. QUISIERAMOS QUE POR INTERMEDIO DE TU BLOG NOS TENGAN MAS ACTUALIZADO DE LAS NOTICIAS DEL AGUILA Y LA COPA PERU DE HUANCAYO, DE ACA DE LIMA SEGUIMOS CON ATENCION LAS COSAS QUE PASAN PERO SIEMPRE ESTAMOS DEINFORMADOS. GRACIAS

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  2. SI PODRIAN INFORMARNOS EN QUE RADIOS POR INTERNET DE HUANCAYO TRANSMITEN LOS PARTIDOS DEL AGUILA Y LOS PROGRAMAS DEPORTIVOS DE LAS RADIO DE HUANCAYO A QUE HORA SE TRANSMITEN CLARO POR INTERNET, SALUDOS DE LA GENTE WANCA ACA EN LIMA.

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  3. El retorno a Lima fue un infierno

    Tras el pitazo final del ecuatoriano Samuel Haro, el delantero Juan Francisco Viveros reflexionaba cabizbajo y decía que el partido y la expedición de Ñublense en tierras peruanas había sido una pesadilla y que no podía terminar peor. . El hostil recibimiento en Huancayo, en medio de insultos y gritos tales como “rotos devuelvan el Huáscar” y la desastrosa presentación ante Sport Ancash, eran argumentos más que suficientes para sentir que después de los 90 minutos de tempestad futbolera debía venir la calma. Triste retorno, sí, pero calma al fin.

    Pero Viveros se equivocaba. Lo peor estaba por venir.

    Con el tiempo justo para regresar a Lima y de ahí a Chile, el plantel abandonó el estadio IV Centenario sin pasar por las duchas. Aún sudados y masticando la rabia de la estrepitosa derrota, se subieron al bus para dirigirse al aeródromo de Jauja, distante 43 kilómetros de Huancayo. En el trayecto los sorprendió una fuerte tormenta eléctrica, que presagiaba la odisea que luego protagonizaron el plantel, directivos, hinchas y este equipo periodístico. En el terminal aéreo, cuya precariedad hace que el aeródromo de Chillán parezca un aeropuerto internacional, el piloto del charter que la dirigencia había contratado para el retorno a Lima se negó enfáticamente a emprender vuelo, argumentado que las condiciones climáticas eran extremas y que viajar así era poner en riesgo la vida de los pasajeros.

    Ni las gestiones de Patrick Kiblisky, en orden a esperar que el tiempo mejorara, ni la insistencia de jugadores y cuerpo técnico en el mismo sentido, lo hicieron cambiar de opinión. De hecho, el accionista mayoritario del club, quien llegó desde Miami a tierra peruana, se enfrascó en una dura discusión con el piloto, pero la suerte estaba echada. Ñublense debía regresar vía terrestre, por la ruta Huancayo-Orolla-Lima.

    Un trayecto de 298 kilómetros, pero que tarda 7 horas, por un camino que se empina en la sierra, que sube y baja y que tiene tramos a más de 5 mil metros de altura que causaron estragos entre las más de 60 personas que viajaban distribuidas en un bus y dos taxis. . Cefalea, mareo y vómitos se sumaban al cansancio, al hambre y a la deshidratación. Comunicaciones cortadas y la consiguiente angustia por no tener contacto con sus familiares, completaban una escena de pesadilla, que a esa hora tenía además a un villano invitado: el chofer del bus que sobrepasaba vehículos por un camino estrecho, flanqueado por un murallón de roca y un precipicio que ponía los pelos de punta. . “Esto es inhumano, es un desastre”, espetaba el concejal Rodrigo Sandoval, mientras la tensión entre jugadores y cuerpo técnico crecía. De hecho, casi no sorprendió un duro altercado verbal entre el coordinador técnico, Hugo Rico y el preparador físico, Carlos Roque, uno de los más afectados por la puna, lo mismo que Edgardo Abdala y Fernando Martel. La altura seguía pasando la cuenta. Paradas obligadas tenían como único destino un baño donde vomitar e hidratarse. Escoltando el bus, en uno de los taxis -cuyas cuentas por cierto fueron siderales- Patrick kiblisky reflejaba en su cara la amargura del accidentado retorno. . Cinco horas de viaje y el descenso trae un poco de alivio. Los dolores de cabeza comienzan a ceder, a medida que se ven las luces aún lejanas de Lima. La incertidumbre de si alcanzábamos a tomar el vuelo de regreso a Chile también se disipa. . Una de la mañana en Lima (2 de la madrugada en Chile), aeropuerto internacional Jorge Chávez, la odisea llega a su fin. El infierno y la esquiva gloria quedan atrás, sepultadas en la altura de la sierra peruana. Chillán está más cerca.

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